Devastador relato de los procesos de urbanización y edificación en España, donde el respeto al paisaje y al medioambiente ha brillado por su ausencia, tanto durante el desarrollismo de la dictadura, como durante la democracia. Rubio no es urbanista, pero posiblemente por ello ha tenido una mirada más objetiva para analizar décadas de excesos urbanísticos. Considera que además del abuso de poder resultado de un capitalismo rampante, ha sido fundamental la escasa atención de la administración pública hacia las cuestiones estéticas referidas al cuidado del territorio y el paisaje. El resultado de costas asoladas por una edificación continua y desordenada donde la arquitectura basura se perpetua es una situación típicamente española que se puede observar tanto en la costa catalana, como en la de Mallorca, Valencia o Andalucía. Andrés Rubio contrapone el respeto que sobre la ciudad consolidada o los pequeños pueblos han tenido en Francia o Italia, Alemania o Bélgica. Pone como ejemplo de ilustración gubernamental el Conservatorio del Litoral, organismo creado por la presidencia francesa en 1975, que actualmente tiene bajo su propiedad 1.600 km de la costa francesa, el 15% del total, libre de edificaciones, estando previsto hasta 2050 adquirir otro 10%. El libro-documento no es recomendable para espíritus sensibles, ya que se pueden llevar un mal rato.