El Gobierno español está convencido de que lo peor ha pasado ya; de que tras seis años de coyuntura negativa a nivel mundial y el deterioro de prácticamente todos los indicadores, la recesión ha quedado atrás y que a partir del tercer trimestre de este mismo año empezaremos a ver tasas de crecimiento positivas, o al menos, no negativas. El verdadero problema, como señalaron con dureza los expertos de Fedea la pasada semana, es que "dejar atrás la recesión no significa salir de la crisis". La calma de los últimos meses en los mercados, que han estabilizado la prima de riesgo en el entorno de los 300 puntos básicos, y la mejora de algunos indicadores avanzados son noticias positivas, pero el verdadero desafío ya no es a corto plazo, sino a medio...

Se adjunta PDF con la noticia completa publicada por Pablo R. Suanzes en El Mundo.