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Mercado inmobiliario de Málaga. Segundo trimestre 2015

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Mercado inmobiliario de Málaga. Segundo trimestre 2015

Después de casi 8 años de una recesión sin precedentes históricos en el mercado inmobiliario, los últimos datos de entidades públicas y privadas apuntan con prudencia al inicio de una recuperación . Por un lado el índice de precios, aún con descensos en algunos lugares, parece haber tocado suelo, e incluso en el indicador interanual de Málaga ya es positivo.

Hay que recordar que llegar al suelo ha supuesto depreciaciones medias del 38-42% del precio de 2007, y en algunas promociones costeras hasta el 70%, y pasar en Málaga de una producción de más de 47.000 viviendas a menos del millar al año.

La producción de viviendas, medida a través de los visados realizados por el Colegio de Arquitectos, siguen estando en niveles ínfimos, pero sin embargo el mercado inmobiliario de primera mano, y sobre todo de segunda esta teniendo niveles de recuperación desconocidos desde 2007. El Ministerio de Fomento señala que el primer trimestre de 2015 se vendieron en Málaga 5.523 viviendas, un 10,7% más que el año anterior ( la cifra más aproximada a las 7.500 ventas de 2008).

La actividad más relevante se da en Málaga Capital en un aumento de las compraventas del 31%, y los municipios costeros de la Costa del Sol Occidental. Más de un tercio de las viviendas vendidas son adquiridas por no residentes que están aprovechando las diferencias de precios tan significativas respecto a hace pocos años, y además en el caso de los británicos las diferencias positivas para ellos del cambio libra-euro.

El stock de viviendas, sobre cuyo número existen diferentes valoraciones, debe tener aproximadamente unas 20.000 viviendas, de las que una parte son muy difíciles de comercializar por sus condiciones de ubicación. Es obvio que hace ocho años era posible vender ubicaciones y calidades muy dudosas, que hoy tienen una dificultad muy grande.

La actividad económica es fundamental para la creación de empleos y por tanto de la generación de rentas para hacer frente a la compra o al alquiler de una vivienda. Especialmente la gente joven con capacidad de emancipación es la que sufre con mayor dureza las consecuencias de la recesión, y difícilmente se podrá movilizar el mercado inmobiliario hacia niveles de equilibrio, sin resolver las cuestiones del desempleo o la precariedad laboral.

Por otra parte, solo con sombras o siluetas, algunas corporaciones bancarias han creído volver a la senda anterior a 2007, ofreciendo de nuevo jugosas financiaciones. Esperemos que la racionalidad se pueda recuperar y no repetir el cúmulo de errores que nos condujo a la situación actual.