Francia defiende su modelo
La situación de Francia inquieta. Desde que hace más de un año el semanario The Economist definió al país como “una bomba de relojería en el corazón de Europa”, la prensa anglosajona y parte de la local no se cansan de señalar sus males: un mercado laboral demasiado rígido, impuestos y costes laborales excesivos, deuda pública disparada, un crecimiento nulo, desempleo alto y un presidente, el socialista François Hollande, que parece estar desbordado por la situación y hundido en las encuestas de popularidad. Ante estos problemas, Berlín, Bruselas y la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P), que acaba de rebajar la nota del país, coinciden en la receta: más esfuerzos para atajar el déficit y, sobre todo, para devolver a Francia a la senda de la competitividad. Tras la decisión de S&P, Hollande soltó una de esas frases que tienen el don de desquiciar a sus opositores: “Mantendré la estrategia, que es la nuestra, el rumbo, que es el mío”. El Gobierno ha defendido una forma propia de afrontar la crisis, un modelo que difiere del de sus vecinos...
Francia defiende su modelo. Gerard Martínez G. 15 dic 2013. El País. Leer más