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Le Corbusier, Caixaforum, Barcelona

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Le Corbusier, Caixaforum, Barcelona

Le Corbusier, Caixaforum, Barcelona

Caixaforum acoge en Barcelona hasta el 11 de mayo una gran exposición del arquitecto suizo con trabajos desarrollados en todo el planeta, planos, dibujos, óleos, maquetas o fotografías de proyectos realizados (edificio de apartamentos en Montmartre, ejemplo de la integración de la arquitectura moderna en la ciudad clásica), que nunca vieron la luz (como el palacio de los soviets) o que le fueron arrebatados plenamente (el palacio de las Naciones en Ginebra), o a través de otro director de obra (Naciones Unidas en Nueva York).

Edificios antológicos y bellos como los que realizó para la exposición del 1927 en Stuttgart, sus célebres Unidades de habitación de Marsella o Berlín, la casa de la Roche de 1923, Villa Stein de 1926 o Villa Savoya de 1928 configuran una estética que hoy en día mantiene todo su vigor. En el edificio Clarté de Ginebra, 1930, la composición del hall de entrada es una delicia, las escaleras geométricas transparentes, el mobiliario escaso pero simbólico, la iluminación, y sobre todo los buzones de correos metálicos incrustados al nivel de la pared verde clara, en composición con los radiadores de color gris.

Su vertiente urbanística es mucho más discutida, y podemos ver en la exposición planos de ordenación de pequeñas poblaciones, o perspectivas de futuros ensanches de París (la Defense tiene algo que ver con el Plan Voisin de 1925), o la transformación del frente litoral de Barcelona en una fascinante propuesta en un plano  a color de 5 x 1,5 metros (el Plan Macia realizado con el Gatepac o Gatcpac –según tendencias-, donde la parte de la ciudad antigua y la Barceloneta pasan a mejor vida, y tres bloques diáfanos, como receptores de energía son las nuevas puertas de Barcelona al mar; en 1992, las torres de Arts más desplazadas a levante recuerdan esta idea, en la que la estructura de diagonal hasta el mar desaparecía).

El plan de Nemours, Argelia, o la propuesta de campus universitario de Río de Janeiro, 1936, anteceden los problemas de movilidad y accesibilidad que tenemos hoy en día, en una ciudad hecha para el automóvil, y con escalas y distancias ajenas a la ciudad amable y sostenible desde el punto de vista del metabolismo urbano, la cohesión social o la psicología ambiental. ¡Ahí es nada! M4

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