Esta web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar la visita, aunque en ningún caso se utilizan para recoger información de carácter personal.

Política de cookies

Donde no sirven las buenas prácticas urbanas

OMAU - Málaga
Noticias

Donde no sirven las buenas prácticas urbanas

El EP[S] 1.596 del domingo 29 de abril de 2007 contiene un excelente articulo de José Reinoso, con escalofriantes fotografías de Carlos Spottorno, titulado “Nos tiran la casa” sobre el brusco cambio de imagen urbana de Shanghai, donde el modelo (?) chino de desarrollo rápido, por llamarlo de una forma diplomática, esta eliminando los vestigios de la ciudad histórica, y de paso a sus habituales habitantes sin ningún tipo escrúpulos sociales, ni urbanísticos.

Ya cuando en 1998 la ciudad de Málaga recibió de Naciones Unidas el premio de Buenas Practicas Urbanas, las personas que asistimos a Dubai, pudimos comprobar aturdidos, cual era la política urbanística y de ordenación del territorio que algunos “técnicos” chinos presentaron como ejemplos del salto delante de la nación oriental en Zhuhai. Durante los diez años siguientes hemos podido conocer otros logros ambientales en la senda del desarrollo sostenible como la monumental presa de las Tres Gargantas, o el modelo urbano de ciudad megadispersa y monofuncional que se ha abierto paso en las principales ciudades costeras de China y en la capital.

Próximamente se cumplirán cincuenta años de los primeros debates en al Europa de la posguerra sobre el modelo de ciudad, y en concreto sobre la recuperación de los Centros Históricos, donde hace medio siglo Bolonia fue un modelo a imitar. Desde entonces, con mayor o menor acierto, en España algunas décadas después, se han recuperado las estructuras físicas, sociales y económicas de muchos Centros Urbanos de Europa, donde el programa Urban en los años noventa colaboro en cerca de 200 ciudades, y también en muchas ciudades de América Latina, donde la cooperación (ver el Seminario Internacional Agora) y el intercambio de experiencias entre ciudades americanas y europeas ha dado buenos resultados.

Entre estas experiencias y las de las ciudades chinas que nos relata Reinoso hay un abismo, no ya cultural, social o medioambiental, sino una autentica ley de la selva, ante la que palidecería el proletariado de Manchester del siglo XIX narrado por Marx, como ejemplo de explotación.